sábado, 14 de julio de 2012

El avión

Tres de cada cinco pasajeros afirman que viajar en avión es incómodo, ya sea por el reducido tamaño de los asientos, del espacio para la piernas, del llanto de los niños pequeños o de la actitud del resto de pasajeros.

Cuando viajamos en avión no tenemos que pensar sólo en uno mismo sino también en los demás. Al subir con la maleta se debe utilizar el tiempo imprescindible de pie colocando el equipaje en los armarios de cabina. Lo que no se puede es interrumpir el paso del resto de pasajeros mientras colocamos las maletas, nos quitamos el abrigo, lo dejamos arriba, sacamos el  libro y las gafas de la maleta, etc, etc, etc...Eso se debe hacer después, una vez que esté todo el mundo sentado.

Otro problema son los asientos, que en muchas ocasione son reclinables. Hay que pensar en la persona que tenemos detrás. Si el espacio ya es reducido de por sí, imaginad si encima el asiento de delante se nos viene encima!

El asiento de ventanilla es considerado el mejor, aunque bajo mi punto de vista sea más cómodo el de pasillo. El reposabrazos central entre dos asientos le correspondería a la persona sentada en pasillo, ya la de ventanilla tiene punto de apoyo en la "pared" del avión. A cada uno le correspondería el reposabrazos que tiene a su derecha.

Si estamos sentados en ventanilla y queremos salir al baño, hagamoslo antes de que nuestro compañero de pasillo se duerma, ya que es inevitable que se tenga que levantar para dejaros salir.

Las conversaciones en el avión deben ser en voz baja, y nunca debemos forzar una conversación con el pasajero que nos acompaña si vemos que no da pie a ello.

En un avión debemos pensar en los demás.

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