En más de una ocasión hemos tenido que
hacer un regalo, ya sea por un nacimiento, primera comunión, una boda, o
simplemente porque queremos tener un detalle con alguien.
Si nos invitan a cenar a una casa, es
conveniente llevar un detalle para el anfitrión o anfitriona. Seguro que en
alguna ocasión hemos presenciado la siguiente escena: invitados a cenar en una
casa; alguien lleva un regalo a la anfitriona de la casa quien empieza a decir
“de ninguna manera, no tienes porqué regalarme nada, no, no, llévatelo…”.
Esto no se debe hacer. Se debe dejar
constancia de que no hay porqué traer un regalo, pero hay que mostrar
agradecimiento. La persona que regala lo hace con su mejor intención, es un
gesto de cortesía y ha invertido parte de su tiempo en buscar un detalle.
En estos casos lo mejor es llevar unas
flores, una planta, un libro o vino.
Y una norma básica es que el regalo se
debe abrir siempre en presencia del que regala.
Os contaré una anécdota al respecto;
Pilar, una amiga de mi abuela, le envió una caja de bombones perfectamente
envuelta en el papel dorado de la confitería. Cuando mi abuela la abrió, dentro
había una tarjeta que ponía “Querida Pilar, para que los disfrutes en compañía
de los tuyos”.
Los bombones eran un regalo que le
habían hecho a Pilar, que no había desenvuelto y que aprovechó para regalar a
otra persona. Al final lo que provoca es una carcajada pero hay que tener mucho
cuidado si se hacen este tipo de cosas.
Si recibimos un regalo por correo
postal, hay que contestar inmediatamente para dar las gracias, ya sea por
teléfono o con una tarjeta postal.
EL ENVOLTORIO
Tan importante es el regalo como el
envoltorio que lleva. Un buen embalaje o papel realza el regalo.
Hoy en día hay multitud de papeles,
lazos y tarjetas para realizar un bonito envoltorio. Simplemente con un papel
color cartón y un lazo rojo el resultado será muy llamativo.
CONTINUARÁ...
En el próximo post veremos distintos acontecimientos y lo que se debe regalar.
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